"Vamos, apúrate, eres lento como una tortuga", dice sonriendo Juanito a Luisito. Y agrega "el último en llegar es huevo podrido". Juanito llega primero y jadeante Luis le dice "ojalá fuera una tortuga. Viven mucho tiempo". En efecto, algunas especies son tan longevas que viven hasta 200 años. Hoy 16 de junio, celebramos a esta majestuosa especie: la tortuga marina, uno de los animales más antiguos que hay en el planeta, pero también uno de los más amenazados.
Alrededor del mundo hay siete especies de tortuga marina, de las cuales México alberga seis. Se estima que una de cada mil crías sobrevive y alcanza la edad adulta.
Se le dedica este día mundial tan especial a esta especie para concientizar a la población del peligro que corren y las amenazas que los acechan, también para involucrarlos en su cuidado y preservación.
Su celebración coincide con el nacimiento del conservacionista de tortugas marinas, Archie Carr, pero del año 1909, cuya ardua y laboriosa labor contribuyó a la protección de estos seres.
Originario de Alabama, este conservacionista luchó durante toda su vida por el mantenimiento de las poblaciones de la tortuga marina.
El caparazón de la tortuga forma parte de su esqueleto, compuesto de 50 huesos. Son longevas, pueden llegar a vivir de 150 a 200 años.
Destinos en México para liberar tortugas marinas
Algo que distingue a México es la hermosa biodiversidad que lo rodea y orgullosamente en las playas mexicanas es donde desovan seis de las siete especies de tortuga marina que existen.
Como cada año, cientos de tortugas marinas llegan a las aguas mexicanas para desovar. En los meses de agosto a diciembre los cascarones comienzan a romperse y las playas se llenan de docenas de tortuguitas que inician su peligroso camino hacia el mar.
Si deseas presenciar este espectáculo único puedes acudir a Oaxaca. Las hermosas playas ubicadas entre Huatulco y Puerto Escondido son consideradas santuarios para las tortugas marinas, al igual que Mazunte, el cual cuenta con el Centro Mexicano de la Tortuga (CMT).
Esta organización se encarga de incubar, monitorear a los quelonios y ayuda a la liberación de las crías, también busca crear conciencia entre las personas. En estas playas encontrarás a las especies prieta, laúd, carey y golfina. La temporada de liberación de tortugas es de noviembre a mayo.
También otra opción es la Riviera Maya. Las aguas turquesas del mar Caribe son desde tiempos inmemorables uno de los sitios favoritos de anidación.
Akumal conocido como ‘’la tierra de las tortugas’’ es el lugar ideal, donde podrás ser testigo de todo el proceso: desde el desove hasta el nacimiento de crías y su viaje al mar y lo más maravilloso es que podrás nadar e interactuar con ellos desde una distancia respetable.
En Cancún los hoteles acostumbran a tener programas de liberación, donde los huéspedes y turistas son parte de este espectáculo natural. En Tulum se celebra el Festival de la Tortuga Marina donde cada año a finales de octubre se puede admirar a las especies: caguama, blanca y laúd, y si se tiene suerte a la carey. Aquí la temporada de liberación de tortugas es de mayo a octubre.
Península de Baja California
Las cálidas aguas de Baja California alberga a cinco especies de tortuga marina, de las cuales tres llegan a desovar a las playas cada año.
Un sitio de ensueño para observar este fenómeno es en Los Cabos, donde los campamentos tortugueros de Asupmatoma realizan diversas actividades para los turistas. Los objetivos de este campamento se enfocan en la protección, investigación y conservación de estos seres. Aquí anidan las tortugas golfina y laúd y con menor frecuencia la prieta. La temporada de liberación de tortugas es de septiembre a diciembre.
Un dato interesante sobre la tortuga gigante de Fernandina, llamada Fernanda en honor a su hogar en la isla Fernandina, en Galápagos, se ha confirmado que sigue viva a pesar de que se había dado por extinguida.
Se trata de la primera de su especie identificada en más de un siglo, anuncian los investigadors en la revista 'Communications Biology'.
La tortuga gigante de Fernandina ('Chelonoidis phantasticus') sólo se conocía por un único ejemplar, recogido en 1906. El descubrimiento en 2019 de una tortuga hembra que vivía en la isla Fernandina brindó la oportunidad de determinar si la especie sigue viva.
"Durante muchos años se pensó que el espécimen original recogido en 1906 había sido trasplantado a la isla, ya que era el único de su especie --explica en un comunicado Peter Grant, profesor emérito de zoología y profesor emérito de ecología y biología evolutiva que ha pasado más de 40 años estudiando la evolución en las islas Galápagos--. Ahora parece ser una de las pocas que estaban vivas hace un siglo".
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