La buscadora Rosario Rodríguez fue asesinada el 30 de agosto, justo el Día Internacional de la Desaparición Forzada.
Mazatlán, Sin. Rosario Lilián Rodríguez Barraza fue sepultada este viernes en el panteón de La Cruz de Elota, sus familiares, amigos e integrantes de los colectivos de búsqueda acudieron a darle el último adiós a su compañera.
Una sobrina de Chayito, como conocían a Rosario Lilián en su barrio, señaló que con la muerte de su tía, el colectivo Corazones sin justicia dejará de buscar a personas desaparecidas, tras considerar que el homicidio es un aviso para que dejen de buscar a su primo.
Desde el jueves que los restos de Chayito fueron trasladados a su domicilio en la colonia Palos Blancos, elementos de diferentes corporaciones policiacas vigilaron la comunidad, mientras que un grupo de militares resguardaron el sepelio.
El silencio y la tristeza de la mayoría de los asistentes inundaron la humilde vivienda de la rastreadora. Muchas coronas y flores fueron cargadas por la gente, que en peregrinación caminaron hasta el pequeño cementerio de la localidad.
Rodríguez Barraza, madre buscadora, fue asesinada el 30 de agosto, justo el Día Internacional de la desaparición forzada, tras acudir a una misa en honor a su hijo Fernando un joven de 20 años que había sido sustraído de su casa en 2019 por un grupo de personas armadas.
Desde aquel día, Chayito se unió a los colectivos de buscadoras en Mazatlán, municipio que se localiza a 101 kilómetros a la Cruz de Elota, ahí acompañó a las otras mujeres rastreadoras, después hizo lo mismo en su localidad.
La versión de los familiares, coincide con la de la Vicefiscalía General, que emitió un reporte a las 23:59 una persona que fue localizada atropellada cerca de las vías del tren. Pues Chayito tras salir de la misa ese 30 de agosto, había enviado un mensaje a su sobrino que decía: voy para allá.
Previo a esto, alrededor de las 21 horas le avisaron a un hijo que sujetos de camioneta la habían levantado. Por lo que comenzaron a buscarla en la Cruz y a llamar para reportar la desaparición.
Los vecinos narraron que fue en un callejón cerca de la Iglesia donde la encontraron envuelta en un plástico y aun lado la lona con la fotografía de su hijo Fernando al que buscaba.
Irma Arellanes del colectivo de búsqueda Tesoros Perdidos de Mazatlán dijo que preferían no dar entrevistas, pues es una situación lamentable que le quiten la vida a una mujer, que solo busca localizar y encontrar a su hijo, que quiere saber donde está y que todas están expuestas a al miedo, pero aún así siguen buscando a sus familiares
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