RICHARD ALEGRÍA /(DIARIO OCHO COLUMNAS)
Y el arcoiris apareció imponente en el cielo capitalino. No fue precedido por tormenta, ni siquiera una lluvia fuerte, pero el arco de colores perfectamente mezclados, sin revolverse, se mostró una vez más, arrancando suspiros y maravillando a más de uno que alzó la vista al cielo y pudo contemplar el espectáculo sin igual.
La noche del domingo y el día lunes hubo relámpagos efímeros, esporádicos en la capital chiapaneca que presagiaban lluvias. El cielo se nubló y en algunos lugares de Tuxtla Gutiérrez hubo una leve llovizna, y cuando todos esperaban una fuerte lluvia ésta no llegó, pero sí surgió el arco iris y hubo reacciones en distintos sectores de la capital chiapaneca.
A los integrantes de la comunidad LGBTTI les afirmó en su postura y lucha por la igualdad, por la inclusión, se sintieron felices y apoyados más que nunca en su causa enarbolada cada vez por más personas.
Algunos niños corrieron a tomar sus crayolas y comenzaron a dibujar el arcoiris. Liam Emerson, de 7 años de edad, que asiste al colegio 5 de Mayo, se inspiró en el arco iris para hacer un pastel. Su abuelita cumplirá años y le dedicará su dibujo.
Los cristianos evocaron el momento en que por primera vez apareció el arcoiris, recordaron el relato bíblico que narra el diluvio que destruyó la Tierra, cuando luego de 40 días y 40 noches todo ser viviente pereció ahogado y por fin el arca descansó sobre el monte Ararat, y al salir de ella Noé y su familia observaron por el majestuoso arco iris, como un pacto que el Creador hizo con la humanidad garantizando que nunca más la Tierra sería destruida por agua.
El arcoiris es una mezcla de colores, una obra de arte no pintada por pincel humano. Es metáfora de unidad sin perder identidad, es una parábola con un mensaje de armonía y unidad, sin invadir la individualidad de cada uno.
Así, aunque distintos, sumando y uniendo podemos llegar a ser una verdadera obra de arte.
El corazón de más de una persona se expandió con esta vista vespertina. Fue una escena impresionante que trae paz, alegría y esperanza. Da calma, esa que siempre llega después de la tormenta, aunque esta vez no la hubo.
Es un arco iris pintado con el corazón del Gran Artista. Así debe ser aquilatado. Sigamos unidos en la diversidad por un Chiapas de corazón.
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